El mantenimiento regular de un césped conlleva la siega, el riego, la limpieza de las malas hierbas y el abonado. No hay que desatender estas tareas, ya que son determinantes para disfrutar de un césped en buen estado.
Cuadro de tareas para el mantenimiento del césped
Si lo desea, puede imprimir este cuadro para que le sirva de ayuda en el cuidado de su jardín
Hasta el otoño es preciso segar el césped cada 7-10 días para controlar su crecimiento y no tener problemas. Si lo dejamos muy largo (10 cm) se nos tumbará y tendremos problemas de enfermedades por exceso de humedad y si lo cortamos muy bajo (-4 cm) su crecimiento será muy lento y lo tendremos raquítico al quitarle demasiada vida, y su recuperación será lenta.
Es el elemento que va ha marcar que tengamos un césped verde y lustroso o uno amarillento y pajizo. Las necesidades de agua del césped va variando conforme salimos del invierno hasta alcanzar un máximo en primavera-verano.
Es necesario conocer el tipo de suelo que tenemos en nuestro jardín para adaptar las dosis de agua al regar. Los suelos arenosos filtran muy rápido el agua, al contrario de los suelos arcillosos, que retienen durante más tiempo el agua. Por tanto, para una misma cantidad de agua a los suelos arenosos aportaremos dosis más pequeñas de agua pero más a menudo, al contrario que a los arcillosos que regaremos en intervalos de tiempo más prolongados.
Para un mejor aprovechamiento deagua procuraremos regar por la noche o al atardecer, se evitan pérdidas por evaporación al no existir radiaciones solares, se dispone de mayor presión en la red de riego y se provoca una humedad ambiental que es favorable en el desarrollo vegetativo del césped.
¿Quiéres que Escribano Jardineros te ayude a mantener tu jardín en perfecto estado? Date de alta en nuestro Servicio de avisos e-mail (gratuito) o SMS, y recibirás periódicamente nuestros mensajes para el cuidado y mantenimiento de tu jardín.
Hay que prestar atención para que las malas hierbas no invadan el césped. Las hierbas se clasifican en dos grandes familias que son las de hoja ancha y las de hoja estrecha.
Dentro de esta familia están los tréboles, los diente de león, el llantén, etc... Suelen ser hierbas anuales por lo que su control no es muy problemático, si hacemos repasos regulares por el césped se pueden arrancar de raíz con un cuchillo. Si hay muchas se puede utilizar un herbicida específico.
Suelen ser plantas cercanas en la forma al césped, como el gramen, las millarazas, juncias, etc, por lo que su control es muy problemático, ya que no existen herbicidas que las controlen sin que el césped se vea también afectado. Debemos procurar que su invasión se retrase lo máximo posible.
Un buen césped necesita de una buena alimentación. Mediante el abonado aportamos los elementos nutritivos para favorecer el crecimiento del césped, consiguiendo:
Los abonos químicos están compuestos por nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes.
Los abonos son sales de fácil disolución en el agua. Para que los abonos los pueda aprovechar el césped tienen que estar cerca de las raíces por lo que hay que tener control del riego, ya que si regamos mucho el abono se lavara y dejara de estar a disposición de las plantas (además puede llegar a contaminar el agua de las capas freáticas).
Es recomendable la utilización de abonos de liberación lenta que ofrecen un rendimiento mayor, ya que, al disolverse más despacio, los nutrientes están más tiempo a disposición de las plantas.
A partir de finales del verano ya no se utilizan abonos nitrogenados para animar el crecimiento del césped y no aumentar su sensibilidad a las heladas.
La operación de regenerar el césped consiste en pasar una máquina con unas cuchillas verticales que sacan las hojas muertas y el fieltro que se produce por la acumulación de restos vegetales y que impiden la infiltración del agua y la aireación del suelo.
Hay dos épocas en las que se recomienda hacer esta operación: entre febrero-marzo y septiembre-octubre. Tras realizar la regeneración es interesante el aporte de unos sacos de recebo en el césped.
El musgo sale en los céspedes que están expuestos a sombras permanentes en las que la humedad es continua. Debemos tener un control del riego y procurar aumentar las horas de sol si es posible. También se puede tratar con productos a base de hierro en primavera y después pasar un rastrillo para retirar el musgo muerto al cabo de 15 días.