La parte fundamental. Es el elemento natural que va a aportar vida al jardín, además de las sensaciones que queramos buscar, dependiendo del tipo de plantas que elijamos para nuestro proyecto. Es vital tener en cuenta el uso que le vayamos a dar al jardín y el tiempo que le podamos dedicar a su cuidado para la elección de éstos elementos.
Los árboles tienen un papel estético de primera magnitud. Un arbol desde el punto de la botánica se componen de tronco, en la parte inferior y de una copa formada por ramas y follaje, en la superior.
Se pueden plantar individualmente o en grupos formando bosquetes. Los árboles nos sirven para decorar, crear zonas de sombra o, en algunos casos, ocultar alguna vista que no nos agrade.
Hay que tener en cuenta a la hora de elegirlos, el tamaño que alcanzan de adultos, las condiciones que necesitan para su desarrollo.
Según si tiran la hoja se clasifican en caducos y perennes; y respecto a su forma de crecimiento los podemos encontrar erectos (ciprés), llorones (sauce), globosos (moreras), etc.
Desde el punto de vista de la botánica, los arbustos son vegetales leñosos, ramificados en matas cerca del suelo. Son el fondo de armario que nos va a proporcionar una visión de conjunto a nuestro jardín.
Con los arbustos podemos confeccionar los setos que nos proporcionaran intimidad, así como un muro verde que nos sirva de fondo para el resto de las plantas.
Son plantas que se desarrollan sobre un soporte, sirven para ocultar o decorar paredes o muros. Son plantas que tienen floraciones abundantes.
Sirven para decorar y dar vistosidad al jardín.
Como con todas las plantas hay que conocer sus necesidades para plantarlas en las mejores condiciones para que vivan lo mejor posible.
Hay diferentes tipos de plantas de temporada:
El césped suele ser uno de los componentes más importantes del jardín. Su color es relajante para la vista y su alfombra de mullida hierba incita al descanso. Además las superficies cubiertas de hierba sirven para realzar los macizos de flores, los árboles ornamentales.